Sinopsis:
Los agentes
Mortadelo y Filemón se ven obligados a hacer uso de toda su capacidad para no
resolver nunca nada y de sembrar el caos allá donde van, para dar con el
paradero de Jimmy, un acomplejado maleante que tampoco despunta por su elevado
coeficiente intelectual, circunstancia muy peligrosa cuando llevas colgando de
tu helicóptero una bombita atómica que puede hacer ¡PUM! en cualquier momento.
Ficha
Técnica:
Dirección: Javier Fesser
País: España
Año: 2014
Duración: 88 min
Género: Animación, comedia
Guión: Javier Fesser, Cristóbal Ruiz y Claro García
Producción: Luis Manso
Crítica:
No hay mejor objeto para describir la filmografía de
Javier Fesser que la bombona de butano. Y a la vez no existe mejor elemento
representativo de esta España que arrastra chapuza tras chapuza. Así la ha
entendido también siempre Francisco Ibáñez. Para los dos no existe mejor forma
de retratar nuestro país que reírse de él a base de botijos, cachiporras y
porrazos en la napia. Ya en 2003, Fesser entendía el humor de Ibáñez como un
divertidísimo slapstick de límites inabarcables, al mismo tiempo que
convertía su filmografía de la bombona de butano en la única capaz de llevar
las aventuras de los agentes de la T.I.A a la gran pantalla, con todo el riesgo
que ello conlleva.
Por esta razón, la vuelta del universo del director
al del historietista no podía ser más bienvenida, pues los dos tienen un
concepto idéntico de lo que es la comedia, y la concepción de ese humor y de
sus mundos no podría encajar más perfectamente. No hay nada en “Mortadelo y
Filemón contra Jimmy El Cachondo” que no explotara ya Fesser en “La gran
aventura de Mortadelo y Filemón”. Mismo sentido del gag patrio basado en reírse
de la actualidad más inmediata, aunque ello conlleve insertar algún pasaje de
comicidad discutible –la mofa hacia cierto reality revienta audiencias-,
y en la idea de que no hay límites físicos para sus protagonistas.
Pero aquí hay una diferencia fundamental. Su
condición de película de animación 3D le permite ir más allá al cineasta de lo
que ya lo hizo hace una década. Fesser se mueve como pez en el agua en su salto
a la animación y plasma con todo lujo de detalles el universo de Ibáñez, y a la
vez lleva aún más al borde del imposible las capacidades físicas de sus
personajes. Puede que su guión no sea todo lo complejo que pudiera haber sido,
o que esté pasada por un filtro infantil que no impide que disfruten de ella
los mayores, o incluso que algún gag se alargue demasiado en el tiempo, pero su
modelo de entretenimiento está tan bien calibrado que no levanta el pie del
acelerador en ningún momento.
Estamos posiblemente ante la mejor cinta de
animación 3D española de la historia, esa que aúna algo que a otras compañeras
como “Las aventuras de Tadeo Jones” o “Planet 51”, aunque muy buenas ambas, se
les resistía: su capacidad de ser originales y de dar gags visuales y de guión
a la altura de la factura técnica del producto. Y pese a que la filosofía del
trompazo constante y el sentido del ritmo frenético de esta nueva misión
imposible de los dos agentes puedan resultar a partir de cierto punto de la
historia algo repetitivas y agotadoras, no deja de ser un divertimento que
funciona con más precisión que un invento del profesor Bacterio. Fesser ya ha
pedido disculpas por abandonar al dúo de Ibáñez tras el desastre de su secuela.
No es necesario, con este film se ha redimido. Pocas veces me ha hecho tan
feliz ver una bombona de butano en la gran pantalla. O más de una.
NOTA: 7.5 sobre 10
Más que notable película sobresaliente porque es delas mejores que he visto. Me divertí mucho, además de sorprenderme agradablemente el resultado.
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