Crítica C8 T4 The Walking Dead: ¡Apoteósico!


Cuando parecía que el gobernador había vuelto al raciocinio, se había convertido en una persona normal y atrás había dejado al maníaco "gobernador", haciéndose llamar ahora Brian, llegó el golpe de efecto que todos esperábamos.





La gente no cambia, o al menos, no en un mundo infestado de zombis. Los rayos de luz en un mundo de oscuridad, son cortados por el afilado acero de una espada (los que hayan visto el capítulo entenderán este comentario).

Los discursos grandilocuentes, conmovían en otra época, una época en la que los seres humanos podían permitirse tener sentimientos, una época que ya no existe.

Los muertos se levantan, caminan e intentan acabar con tu vida, pero los humanos son más peligrosos, intentan sobrevivir, son más rápidos que los caminantes, más fuertes y lo más importante, los muertos no piensan, los humanos sí.

Este capítulo deja una gran incógnita ¿qué ha pasado con el gobernador?



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